En el vasto océano de la vida humana, hay un puerto al que todos, de una forma u otra, buscan llegar: el placer. Desde los tiempos antiguos hasta nuestros días, la humanidad ha emprendido un viaje épico en busca del deleite, y este viaje ha sido tan diverso como nuestra especie misma. En la exploración del placer, donde el único destino seguro es una sonrisa en el rostro.
El Placer: Más que un Simple "¡Guau!"
Entendamos primero lo que es el placer. A menudo, se asocia con un "¡guau!" o un "¡eso estuvo increíble!", pero el placer es mucho más que eso. Es una experiencia profundamente humana y multifacética que abarca desde lo físico hasta lo emocional y lo mental. Es como un banquete de los sentidos que puede incluir sensaciones táctiles, emociones intensas y una satisfacción abrumadora. En resumen, el placer es como el condimento mágico de la vida.
¿Por qué nos gusta tanto sentirnos bien? Bueno, los psicólogos tienen algunas teorías. Una de ellas es la teoría del refuerzo, que básicamente dice que hacemos cosas que nos dan placer porque nuestro cerebro nos recompensa por ello. Es como si tu cerebro fuera un entrenador personal que te dice: "¡Buen trabajo! Aquí tienes una dosis de felicidad".
El placer también está relacionado con neurotransmisores como la dopamina, que es como el mensajero químico del cerebro que nos hace sentir bien. Cuando experimentamos placer, nuestro cerebro libera dopamina, y eso nos hace querer más de eso que nos hizo sentir bien. ¡Es como un ciclo de felicidad que nunca se detiene!
El Placer y la Exploración Humana
Ahora, hablemos de la exploración humana. Somos seres sexuados, y el placer sexual es una parte importante de nuestra existencia. Pero, ¿qué pasa cuando exploramos el placer más allá de lo físico? Aquí es donde la psicología se vuelve interesante.
La intimidad y la conexión emocional pueden ser fuentes poderosas de placer. La sensación de ser comprendido y aceptado por alguien más allá de lo físico puede ser profundamente gratificante. Es como encontrar un tesoro emocional escondido en la cueva del corazón.
En última instancia, el significado del placer es una experiencia profundamente personal. Puede estar relacionado con el amor, la intimidad, la aventura o la simple alegría de vivir. Lo importante es que disfrutemos de este viaje llamado vida y que lo hagamos con respeto, consciencia. Porque, al final del día, el placer es una parte maravillosa de la experiencia humana, y explorarlo es una aventura que vale la pena emprender.
Un poco de historia: el Epicureísmo, el arte del placer con clase
Hace más de 2.000 años, en la soleada Grecia, un filósofo llamado Epicuro comenzó a predicar una doctrina que haría sonrojar a los estóicos. Epicuro abogaba por la búsqueda del placer, físico y mental, como el propósito fundamental de la vida, pero no en el sentido de "traigan el banquete y que comiencen los bacanales". No, Epicuro era un epicúreo con clase. Su filosofía promovía el placer equilibrado y moderado, lo que nos lleva a preguntarnos si quizás él fue el primer "aficionado al brunch" de la historia.
El Epicureísmo no se trataba simplemente de satisfacer todos los deseos y antojos sin restricciones. Era una búsqueda consciente de placer que reconocía la importancia de encontrar el equilibrio en todas las cosas. Epicuro consideraba que el placer mental, como la tranquilidad y la amistad, era igualmente valioso que el placer físico. Su enfoque era más parecido a una filosofía de vida que abogaba por la moderación y la sabiduría en la búsqueda del bienestar, tanto para el individuo como para la sociedad.
La Edad Media: Susurros de Placer y Secretos de Amor
Más adelante, durante la Edad Media, el placer se convirtió en un misterio medieval, y la gente hablaba en susurros sobre temas "inmorales”. Las sábanas guardaban secretos de lujuria y amor, mientras los caballeros se debatían entre escribir poemas a sus damas y luchar en torneos, lo que, en retrospectiva, era una forma bastante peculiar de coquetear.
Esta época trajo consigo una especie de doble moral en relación al placer. Por un lado, existía una obsesión con el amor cortés, una idealización del amor y la devoción en la literatura y la poesía de la época. Por otro lado, la Iglesia tenía una fuerte influencia, promoviendo una visión más austera de la sexualidad. Los placeres terrenales eran vistos con sospecha, y la represión sexual estaba en boga.
Esta dicotomía entre el deseo humano natural y las restricciones sociales y religiosas creaba una tensión palpable en la sociedad medieval, dando lugar a una especie de subcultura de susurros y secretos en torno al placer y el amor.
El Renacimiento y la Exploración del Alma Apasionada
Durante el Renacimiento, cuando los artistas estaban ocupados pintando sus obras maestras y los filósofos discutiendo sobre la naturaleza del alma, algunos se preguntaban: "¿Qué pasa con el alma apasionada?" El placer y la sexualidad eran, después de todo, partes bastante importantes de ser humano. Tal vez el arte de esa época escondía secretos picantes detrás de sus pinceles y pergaminos. ¡Eso es algo que solo los amantes del arte renacentista nos tendrán que contar!
El Renacimiento, con su énfasis en la exploración de la belleza y la expresión individual, abrió nuevas puertas a la representación del placer en el arte. Personajes como Leonardo da Vinci y Sandro Botticelli retrataron el cuerpo humano con una precisión y una belleza sin precedentes. Aunque estos artistas exploraron temas mitológicos y religiosos, sus obras a menudo celebraban la forma humana en toda su gloria, incluyendo la sensualidad y el placer.
Este período de redescubrimiento del conocimiento y la creatividad también presenció un florecimiento de la literatura erótica, como "El Decamerón" de Boccaccio. La exploración del placer, aunque aún en gran parte velada, comenzaba a emerger de las sombras de la historia y encontraba su voz en la expresión artística y literaria del Renacimiento.
El surgimiento de la exploración del placer
En realidad, la aceptación de la naturalidad de la exploración del placer, es algo relativamente nuevo, retrocediendo solo un par de décadas, nos encontramos en un momento en que la aceptación de la naturalidad de la exploración del placer era algo más raro que un unicornio en una bicicleta. No fue sino hasta los años 60 y 70 que las primeras consideraciones en torno a la autonomía de la sexualidad femenina comenzaron a emerger de las sombras del tabú.
Imaginen esta época como un gran viaje en una alfombra mágica de psicodelia, donde los hippies hacían el amor, no la guerra. El mundo se llenó de flores, música psicodélica y una sensación general de que todo era posible, incluso en el dormitorio. Fue un tiempo de exploración sexual sin precedentes, y las ideas de liberación y empoderamiento comenzaron a florecer como margaritas en un campo de amor libre.
Por supuesto, también hubo algunos extremos en el camino. Algunos pensaron que la píldora anticonceptiva era como un chicle sin efectos secundarios, y bueno, resultó que no era exactamente así. Pero en el gran esquema de las cosas, este fue un período en el que la sociedad comenzó a arrojar las restricciones que habían limitado la exploración del placer durante tanto tiempo.
La época actual: exploración abierta y empoderada
Hoy en día, nos encontramos en una era de exploración sexual más abierta y empoderada que nunca. La diversidad de orientaciones sexuales e identidades de género se celebra y respeta ampliamente, y la educación sexual es fundamental. La exploración del placer se ha convertido en una parte natural y saludable de la vida, y estamos aprendiendo a abrazarla sin prejuicios.
En la actualidad, el mensaje es claro: es hora de zambullirse en las aguas de la exploración con confianza y respeto sin miedo. Así que, navegantes del mar del placer, ya sea que estén comenzando su viaje o siguiendo explorando, aprendiendo en este viaje histórico y filosófico, recuerden que el placer es un regalo que todos merecemos. Y en esta travesía, el respeto y la responsabilidad son las brújulas que nos guían a un mundo lleno de posibilidades placenteras.
La autoexploración
La autoexploración, masturbación, autodelicioso, acariciar el peluche, hacerse un solitario o el término que prefieran es, hoy en día una de las recomendaciones básicas que prescriben los especialistas en erotismo y sexualidad.
Su historia es casi tan antigua como la humanidad misma, se han encontrado pinturas rupestres con representaciones de masturbaciones masculinas y femeninas, para las civilizaciones antiguas no parecía ser nada malo y si era un dios el que practicaba este acto, era un acto de creación! Por ejemplo el Dios Enki de la mitología sumeria, conocido por un apetito sexual casi insaciable, creó las corrientes del rio Tigris y Eufrates llenando sus cauces vacíos después de masturbarse.
Entre los egipcios, griegos y romanos existen registros de prácticas de masturbación, interpretada de formas variadas a lo largo de la historia, esto es solo evidencia de la complicada relación que tenemos con la masturbación, y de como se relaciona con temas sociales, éticos, filosóficos y religiosos que cambian con el paso del tiempo.
Fue apenas en 1710 que John Marten en Londres atribuyó casi todos los males físicos y mentales que podía sufrir alguien, al placer derivado de la masturbación. Ahí se volvió popular la palabra onanismo, originalmente para referirse al coito interrumpido pero posteriormente a la masturbación. "Onania, el atroz pecado de la autocontaminación" fue un panfleto/libro, áxito en ventas y con más de 15 ediciones, impulsó ademas las ventas de la "tintura e fortalecimiento" y un "polvo prolífico" que recetaba para poder curarse de cuanto mal se derivara de la autoexploración sexual (podía incluso causar la muerte). unos años después, el médico Tissot le dio validez diciendo que la perdida excesiva de semen vital debilitaba el cuerpo y los clérigos le agregaron que debilitaba el espíritu, y fue así como el milagro de la creación, se convirtió en pecado y éste en enfermedad, provocando hasta castraciones para evitar los males derivados de la masturbación.
Hoy aun vemos como el plan de Marten para volverse rico, aun permea las percepciones sociales actuales y se encuentran posiciones divididas, pues existen quienes lo siguen viendo como algo negativo, y ya hemos comprobado que no causa calvicie, ceguera, depresión o pérdida de memoria. Lo que si es cierto, es que la masturbación es la manera más segura de sentir placer sexual, no hay riesgo de embarazo ni de ETS, además, según estudios recientes, los orgasmos liberan endorfinas(1) y toda la cascada de beneficios derivados de esto, funcionan como analgésico(2), reducen el riesgo de edometriosis(3) y disminuye el riesgo de cáncer de próstata.
1.(Eisenman, R. (2008). Scientific Insights Regarding the Orgasm. Europe’s Journal of Psychology, 4(2).
2 Hambach A, Evers S, Summ O, Husstedt IW, Frese A. The impact of sexual activity on idiopathic headaches: an observational study. Cephalalgia. 2013 Apr;33(6):384-9. doi: 10.1177/0333102413476374. Epub 2013 Feb 19. PMID: 23430983.
3. Meaddough EL, Olive DL, Gallup P, Perlin M, Kliman HJ. Sexual activity, orgasm and tampon use are associated with a decreased risk for endometriosis. Gynecol Obstet Invest. 2002;53(3):163-9. doi: 10.1159/000058368. PMID: 12053101.
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